Colección «Tal Cual»

Los reyes desnudos

Columnas / Entrevistas

Daniel Matamala hace sociología descriptiva disfrazada de periodismo. Por debajo de sus columnas, crónicas y comentarios, hay un retrato de la sociedad chilena, de su endogamia, de las trampas y los tropiezos de sus minorías dominantes, de sus formas de reproducción y de sus pretextos para legitimarse, que bien pudiera estar en un libro de sociología o en un registro etnográfico, pero que aquí se encuentra emboscado en las crónicas y columnas que este libro recoge, disfrazadas, como digo, de periodismo.

Daniel Matamala

Es periodista de la Universidad Católica de Chile y Master of Arts en Periodismo Político de la Universidad de Columbia. En 2018 cursó una residencia en el Centro Stigler para el Estudio de la Economía y el Estado de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago. Ha sido conductor, panelista y editor en programas de radio y televisión. Es autor de Goles y autogoles. La impropia relación entre el fútbol y la política (2001, 2015); 1962. El mito del mundial chileno (2010); Tu cariño se me va. La batalla por los votantes del nuevo Chile (2013); Power Games. How sports help to elect Presidents, run campaigns and promote wars (2014); Poderoso caballero. El pe$o del dinero en la política chilena (2016) y Los reyes desnudos (2018). Ha ganado cuatro veces el Premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado, en los géneros de columna de opinión (2016 y 2018), entrevista en televisión (2018) y cobertura en televisión (2011). También recibió el Premio MAG a la mejor entrevista (2012) y el Premio Apes al mejor entrevistador de la televisión chilena (2009). Hoy es conductor en CNN Chile y Chilevisión, y columnista de La Tercera.

Los reyes desnudos

El 4 de enero de 2015, el pueblo se percató de que el rey estaba desnudo. Esa mañana, La Tercera publicó los primeros mails en que políticos pedían financiamiento por fuera de la ley al grupo Penta. Las floridas súplicas de los parlamentarios (“un raspado de la olla”, mendigaba Iván Moreira para su campaña al Senado) pasaron rápidamente a la cultura popular.

Era sólo el comienzo. En los meses y años siguientes, Penta, SQM, Caval, el cartel del papel higiénico, la ley de pesca y los abusos en la Iglesia Católica fueron desnudando uno a uno a los grupos más poderosos del país: grandes empresarios amañando colusiones y dictando leyes a la carta, políticos siguiendo servilmente las órdenes de sus financistas, familiares de altas autoridades obteniendo créditos fabulosos, obispos encubriendo crímenes atroces.

Durante estos años de revelaciones escandalosas, mientras presentaba mi libro Poderoso caballero pude conversar con chilenos en todo el país. Los problemas eran diversos: en Calama me hablaron de la devastación ecológica causada por las mineras; en Viña del Mar, de los abusos del retail contra las pymes; en Concepción, de la falta de agua debido a la acción de las forestales; en Chiloé, de las prácticas irresponsables de las salmoneras.

Había algo de catarsis en esas reuniones. “¡No lleva ropa!” era lo que gritaban mineros en Antofagasta y jubilados en La Serena, estudiantes de Derecho en Valparaíso y pequeños empresarios en Rancagua, alfareros en Chillán y empleados públicos en Villarrica, profesores en Valdivia y escolares en Castro. Pero no sólo había indignación sino sobre todo una insaciable sed por informarse. Desconfiaban de que sus autoridades pudieran representarlos ante estos abusos, hacían preguntas difíciles y buscaban respuestas: ¿qué hacer? ¿cómo cambiar las cosas?

Esa ola comenzó a remitir en 2017. La cascada de escándalos terminó por insensibilizar a la opinión pública (una boleta más, qué más da). Más importante: tal como en el cuento, el emperador había decidido continuar impertérrito con el desfile. Pareció ridículo al principio, pero el “aquí no ha pasado nada” de la élite terminó por imponerse.

Es lo que no alcanza a contar el cuento de Andersen. Que cuando el pueblo se cansó de gritar el emperador seguía desfilando, y los chambelanes (que siempre los hay de voluntarios, y por montones) seguían levantando su cola imaginaria.

Las campañas electorales de 2016 y 2017, y la brutal polarización amplificada por las redes sociales, cambiaron las coordenadas. La guerrilla de agresiones entre “fachos” y “zurdos”, con las noticias falsas como arma arrojadiza, apagó el eco indignado de los ciudadanos, y lo reemplazó por una cacofonía de insultos, con los que cada uno afirma su lealtad hacia su tribu ideológica.

Sería exagerado decir que todo fue en vano. Han sido años de cambios legales, sociales y culturales, más o menos profundos, pero cambios al fin. El poder es hoy más cuidadoso y menos olímpico, sin duda, que cuando todo comenzó a develarse.

Este libro reúne columnas escritas durante todo este proceso, en la revista Qué Pasa (2014-2016), en CIPER (2016-2018) y en la edición dominical de La Tercera (2018). Son espacios de total libertad editorial que quiero agradecer, especialmente a José Luis Santa María y Francisco Aravena en Qué Pasa, Mónica González en CIPER y Daniel Labarca en La Tercera. También a Andrea Insunza, quien dirige el Centro de Investigación y Publicaciones de la Facultad de Comunicación y Letras de la UDP, y a Andrea Palet, cuyo talento y sensibilidad editorial dio forma a Los reyes desnudos.

Cada columna es hija de su tiempo, pero comparten temas en común. Por eso las hemos agrupado en seis capítulos. En “La casta” caracterizamos al rey desnudo, este grupo que, pese a todo, sostiene su poder en Chile. En “Aquí no ha pasado nada” nos centramos en su estrategia de defensa, en la decisión del emperador de erguirse orgulloso y seguir desfilando. Es un capítulo sobre la inmovilidad. En contraste, en “Y sin embargo se mueve” dibujamos lo que sí ha pasado: los profundos cambios que están ocurriendo en la sociedad chilena. “El poder ya no es lo que era” describe la relación cada vez más compleja entre la ciudadanía y la élite. “Tiempos de campaña” trata de cómo cambian las elecciones en un mundo impredecible, desde la caída de Lagos hasta el ascenso de Trump. Y “La bolsa o la vida” completa el círculo volviendo a la élite económica y develando algunas de sus estrategias para conservar sus privilegios.

Ningún tema se cierra; espero que todos se abran a un debate más rico, en que la opinión aquí esbozada es sólo una más entre muchas. No son estos tiempos de certezas, lo son más bien de dudas y de perplejidad.

La relación entre ciudadanía y poder define a las sociedades. Esa tensión hoy está invisibilizada, para beneficio de los autoritarios, de los vociferantes y de los poderosos. Ojalá este libro ayude a mantener abierta la puerta para ese debate.

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